Logística Inteligente

La próxima Logística Inteligente estará impactada por la cuarta Revolución Industrial, la «Industria 4.0”, provocando en los actores de la Cadena de Suministro nuevas estrategias de conectividad fundamentadas en  la aplicación de la inteligencia artificial y la automatización en todas las fases de la cadena.

Parafraseando al  sociólogo y economista Jeremy Rifkinestamos ante una revolución económica, un cambio de paradigma hacia la economía colaborativa. Con Internet los costes marginales están a punto  de llegar a cero y los grandes instrumentos tecnológicos van a costar muy poco dinero. Tenderemos hacia una “logística compartida entre todos, en base al mejor uso posible de las infraestructuras disponibles”. El futuro será como quieran los Clientes, acostumbrados a compartir y con las impresoras 3D produciendo y consumiendo sus propias cosas. Será una era de gran transparencia dominada por el «Internet de las cosas» y con creciente exigencia de velocidad y precisión de entrega.

Las empresas serán capaces de seguir el progreso de sus productos desde la fábrica a la tienda y hasta el consumidor y los productos serán capaces de «hablar» a quien los tiene. Bolsos de diseño serán capaces de responder por su propia autenticidad a través de códigos incrustados. Las máquinas serán capaces de decir a sus propietarios la mejor manera de deshacerse de ellos al final de sus vidas. La industria deberá ser más flexible para responder a la demanda real en tiempo real y la transformación de la Cadena de Suministro es ineludible. Agilidad y eficiencia serán inevitables para competir con éxito.

Pero la mayor revolución vendrá en las relaciones personales con los Clientes. Hasta ahora, los retailers a través de las tarjetas de fidelidad les permite recoger información sobre sus Clientes a cambio de descuentos, el modelo de negocio de Amazon está construido en torno a la comprensión de los intereses de los compradores, sugiriendo productos que podrían querer comprar y Google está explotando su experiencia en la integración de los datos del usuario en sus productos para entrar en nuevas áreas, como el control responsable y eficiente del consumo energético de los sistemas de refrigeración y calefacción de los hogares con los termostatos inteligentes Nest.

A medida que resulta más económico añadir sensores y microchips a los productos y para conectarse a internet, los fabricantes sabrán mucho más de cómo los consumidores finales están usando sus productos. Esto ayudará a desarrollar los productos con mayor velocidad, solucionar los fallos más rápidamente y los productos estarán más ajustados a las necesidades del comprador individual. General Electric utiliza sensores para supervisar cómo sus motores de turbina están funcionando y para diagnosticar los problemas emergentes. Diebold supervisa sus cajeros automáticos para detectar  roblemas y actuar de forma remota por medio de un parche de software o, si eso no funciona, enviar a un técnico.

El mismo enfoque está siendo utilizado para los productos de consumo. Cuando Tesla encontró que algunos de sus coches tenían problemas, fueron solucionados mediante una actualización de software. Sonos, un fabricante de equipos de música, envía una actualización que ofrece a sus altavoces la capacidad de sí mismos de sintonizar las cualidades acústicas de la habitación en la que se colocan.

La antigua forma de capitalismo basado en la obsolescencia ya no será el modelo hegemónico y está dando paso a uno nuevo en el que los productos se mejoran después de su compra, mejorando la lealtad del Cliente.